Lamentablemente, llevamos muchos años sumergidos en un modelo de economía lineal basada en un concepto de “extraer, fabricar, usar y eliminar”, utilizando grandes cantidades de material y energía baratos y fáciles de conseguir.
Este modelo ha funcionado sin cuestionarlo, hasta que hemos abierto los ojos a la escasez de recursos naturales, que acabarán agotándose por el aumento de la demanda, y a su gran influencia negativa en el cambio climático. Quizá este despertar a un cambio necesario en el modelo económico, se ha acelerado con la llegada de las innovaciones tecnológicas. Por ejemplo, el ritmo frenético con el que se sustituyen algunos dispositivos electrónicos como los teléfonos móviles, provocan que el ciclo lineal sea tan corto y con tanta generación de residuos, que este modelo de economía ha llegado a su límite, siendo ya insostenible.

¿En qué consiste la economía circular?
En contrapartida con la economía lineal, el pilar de este modelo de producción y consumo circular son las cuatro R: Reducir, Reutilizar Reparar y Reciclar. Está muy interrelacionado con la sostenibilidad, ya que implica “cerrar el ciclo de vida” de productos, materiales y energía, de forma que se mantenga su valor en la economía el máximo tiempo posible, reduciendo al máximo los residuos. Para que nos entendamos, aunque un producto llegue al final de su vida, los materiales que lo forman se intentan mantener dentro de la economía todo el tiempo que se pueda, creando un valor añadido.
Propósito y principios básicos de la economía circular
Más allá del reciclaje, el modelo circular pretende evitar el despilfarro de los recursos naturales. Propone una sociedad que priorice la eficiencia en el uso de los recursos. Pero este modelo económico también pretende ser una intersección entre aspectos ambientales (reduce al máximo los residuos), económicos (garantiza los suministros) y sociales (genera miles de empleos necesarios para la gestión de residuos). En la sociedad que propone la economía circular, las empresas buscan buenos resultados económicos, pero también ser respetuosas con la sociedad y el medio ambiente.
Principios básicos:
- Eco-concepción: Desde el momento de la concepción de un producto, se pretende influir en los impactos ambientales a lo largo de su ciclo de vida.
- Diseñar una organización industrial y territorial que se caracterice por optimizar los stocks y flujos de materiales, energía y servicios.
- Priorizar el uso frente a la posesión, tanto de productos como de servicios.
- Reciclar ciertas partes o residuos de productos, que ya no encajan con las necesidades de los consumidores, para elaborar nuevos productos.
- Dar una segunda vida a los productos estropeados, reparándolos para alargar su ciclo.
- Crear energía a partir del aprovechamiento de residuos que no se pueden reciclar.

Los beneficios de un imprescindible cambio a la economía circular

Actualmente la población mundial aumenta y vemos cómo escasean los recursos finitos, mientras se incrementa la demanda de materias primas. Además, dependemos de otros países para abastecernos de muchas de estas materias primas. Por otro lado, la extracción y el uso más inteligentes de estas materias, reduciría el consumo de energía y las emisiones de CO2, que impactan gravemente en el cambio climático.
Beneficios importantes:
- Ahorro de dinero por parte de las empresas a la vez que se reduce la emisión de gases invernadero, gracias al ecodiseño, la reutilización y la prevención de residuos.
- Estimulación de competitividad, innovación, crecimiento económico y empleo. Todo ello en parte gracias a la seguridad del suministro de materias primas.
- Suministro de productos más duraderos e innovadores a los consumidores. Esto les brindaría una mayor calidad de vida y un ahorro monetario.
- Lucha contínua contra el cambio climático, reduciendo los impactos medioambientales del uso de los recursos.
Algunas empresas como ejemplo e inspiración
- Reciclar y transformar botellas de PET en alfombrillas y salpicaderos para coches es a lo que se dedica Eko Rec, ubicada en Guipuzcoa.
- Fabricar zapatos ecológicos y de comercio justo, sin materiales tóxicos ni pieles, a partir de materiales como neumáticos es lo que hace Ecozap.
- Construir casas y oficinas a partir de madera fresada que dura toda una vida es otro ejemplo que nos da una empresa holandesa llamada Sustainer Homes.
- Decorar con desechos electrónicos y plásticos es lo que hace la empresa de Taiwan llamada Miniwiz. El interior de las tiendas Nike es uno de sus trabajos.
- Apostar por un mobiliario urbano sostenible como los separadores del carril bici, hechos a partir de residuos plásticos derivados del consumo. Es lo que hace la empresa barcelonesa Zicla.
Para poner en práctica una economía sostenible y circular, tenemos que cambiar tanto nuestra forma de consumir como la forma en que las empresas diseñan y fabrican sus productos. Ese es el único camino, para asegurar que las generaciones futuras puedan disfrutar de los recursos naturales que nos ofrece el planeta.
